miércoles, 20 de agosto de 2008

Desespediente

La paloma está llena de papeles caídos,su pecho está manchado por gomas y semanas,por secantes más blancos que un cadávery tintas asustadas de su color siniestro.
Ven conmigo a la sombra de las administraciones,al débil, delicado color pálido de los jefes,a los túneles profundos como calendarios,a la doliente rueda de mil páginas.
Examinemos ahora los títulos y condiciones,las actas especiales, los desvelos,las demandas con sus dientes de otoño nauseabundo,la furia de cenicientos destinos y tristes decisiones.
Es un relato de huesos heridos,amargas circunstancias e interminables trajes,y medias repentinamente serias.
Es la noche profunda, la cabeza sin venasde donde cae el día de repentecomo de una botella rota por un relámpago.
Son los pies y los relojes y los dedosy una locomotora de jabón moribundo,y un agrio cielo de metal mojado,y un amarillo río de sonrisas.
Todo llega a la punta de dedos como flores,y uñas como relámpagos, a sillones marchitos,todo llega a la tinta de la muertey a la boca violeta de los timbres.
Lloremos la defunción de la tierra y el fuego,las espadas, las uvas,los sexos con sus duros dominios de raíces,las naves del alcohol navegando entre navesy el perfume que baila de noche, de rodillas,arrastrando un planeta de rosas perforadas.
Con un traje de perro y una mancha en la frentecaigamos a la profundidad de los papeles,a la ira de las palabras encadenadas,a manifestaciones tenazmente difuntas,a sistemas envueltos en amarillas hojas.
Rodad conmigo a las oficinas, al inciertoolor de ministerios, y tumbas, y estampillas.Venid conmigo al día blanco que se mueredando gritos de novia asesinada.

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